miércoles, 18 de abril de 2018

EL SECRETO DE DON AMBROSIO - del libro de microrrelatos LUNA DE PERIGEO









El secreto de don Ambrosio

                                                                A la generación Bibliocafé

Apareció en silencio, como si flotara sobre el suelo de piedrecillas del cementerio. Vestía un traje de chaqueta negro sobre una blusa blanca de la que apenas se veía la gorguera de puntilla que envolvía su cuello.
Se situó al final del círculo que rodeaba la tumba de don Ambrosio, el prócer de la aldea. Y comenzaron los cuchicheos mientras el párroco seguía con su interminable letanía de alabanzas. Y siguieron las conjeturas. Y las elucubraciones. Y las miradas, y los cuchicheos: esa barbilla es de doña Paca, la abuela del Ambrosio.
La nariz, pétrea, que sobresale de un cutis delicado. No, no, dice otra, el rasgo de los ojos, fíjate bien es igual que aquella medio hermana de él, la que tuvo el padre con aquella cantante de cabaret.
Tiene la mujer un tono seductor en su porte que a alguien le hace recordar a aquella mucama que trajo él desde Cuba. Y el escándalo que supuso.
Y ella, silente, etérea, abre el círculo y se acerca a la tumba. Se ve rodeada de desconocidos que no dejan de observarla, de juzgarla. Los hombres se aproximan a ella. Le dan el pésame. Aspiran el aroma perturbador. Ella se deja querer. Sonríe.
Se enjuga una lagrimilla díscola que rueda por su mejilla. Traga saliva y la nuez de Adán sobresale por la gorguera. Lee el epitafio: “Aquí yace un hombre sin contradicciones, temeroso de Dios”.
Aún después de quedar el cementerio vacío, se siguen escuchando sus carcajadas.