viernes, 30 de junio de 2017

PARA EL VIERNES CREATIVO- Distintas maneras de alcanzar el cielo



Toda su vida creyó ser diferente, innovador, transgresor. Lógicamente, no le creímos. Más bien pensamos que el tiempo se le deshacía entre las manos mientras soñaba con imposibles. Se tumbaba en la hierba y decía que tocaba las nubes con las yemas de los dedos. Que tenía que lograr alcanzar el cielo. Que había muchas manera de lograrlo. Nos reímos de él, faltaría más.
Y allí, tumbado sobre el verde, lo dejamos, cansados de escuchar sus tonterías. Ahora, cuando vemos la huella de sus sueños, no sabemos dónde mirar. Si hacia arriba o hacia abajo, al abismo de lo imposible.

Viernes creativo: escribe una historia


miércoles, 28 de junio de 2017

RESEÑA DE LUNA DE PERIGEO




Algunas veces tus libros te dan buenas sorpresas.
Hoy, un desconocido, ahora ya no tanto, que hace meses me compró Luna de Perigeo, ha escrito una reseña sobre él.

Cuidado con la luna, dice. Y aquí lo dejo.

CUIDADO CON LA LUNA por José Antonio López Rastoll



miércoles, 21 de junio de 2017

CABALLITOS DE COLORES - PRIMAVERA DE MICRORRELATOS INDIGNADOS




La madre le promete que dentro de poco le comprará aquellos pantalones y el suéter del escaparate y las zapatillas de color rojo. La niña imagina que todos esos artículos que la madre menciona van dentro de las bolsas que las señoras y las chicas de su edad llevan en las manos al salir de las tiendas.

La calle está febril de tanta luz, tanto color, tantas voces juntas que proclaman la felicidad, el amor al prójimo, y esa palabra tan almibarada: solidaridad.

Es la época de ello. De decirlo en voz alta, de darse abrazos y apretones de mano, de quedar para tomar copas y bastos. Es lo que toca, lo dicen hasta los anuncios de esos escaparates, en la televisión de los escaparates, en el tañido de las campanas de las iglesias, en las pancartas del balcón del Ayuntamiento.

 Y después iremos a la feria, añade la niña, a montar en los caballitos de colores. Y compraremos algodón de azúcar y subiremos a la noria. Luego comeremos la hamburguesa más grande y muchas patatas fritas, dice la madre con una triste sonrisa. La niña tirita y acurruca su cuerpecito junto al de la madre. Y la mira como solo se mira la esperanza, sin dejar de extender la mano para pedir una limosna por amor de dios.